domingo, 27 de enero de 2013

Me gusta leer a la Pizarnik

LA ENAMORADA

esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
(Alejandra Pizarnik, de La última inocencia, 1956)

No voy en tren voy en avión


29 de Octubre, 2012.



El titulo de este post es solo para recorder el tema de Charly. En esta oportunidad fuimos en tren y volvimos en bondi.
El fin de semana pasado fue feriado nacional, 3 dias de relax por Idul Lama, una celebración musulmana donde sacrifican una vaca y se reparte entre los miembros de la comunidad.
Fui por tercera vez a Jogja, esta vez acompañando a Claudio. Tomamos el tren Argo Willis por la mañana y en 5 horas nos encontrabamos en el corazón de la ciudad. Nos hospedamos en el hotel musulmán “Blue Safir” con baño ‘western’ donde todos creen que somos la pareja latina más feliz de Indonesia. Somos felices pero no pareja. El primer día nos dirijimos al templo Prambanan en el autobus público. En menos de una hora llegamos y gracias a nuestra KITAS (permiso de trabajo) abonamos 30,000 rupias (unos 3 usd).
Este templo fue afectado por el movimiento sísmico de 5 puntos y alguito en el año 2009 por lo tanto se encuentra en reconstrucción. Estar nuevamente ahí inevitablemente recordé a Anna y nuestra primer visita juntas, sus quejas, su tono de voz nervioso, la veloz seguidilla de palabras que salían de su boca. Anna, siempre en el recuerdo.
Al volver en el autobus conocimos un señor de unos setenta y pico junto a su mujer indonesa y cruzamos algunas palabras. Claudio comenzó a hablar con un niño de unos 3 años llamado Bima, muy extrovertido y carismático. La gente local siempre quiere intercambiar algunas palabras con nosotros, saber de donde somos, que religión profesamos, porque no estamos casados y no tenemos hijos y si cabe la oportunidad te hablan de algún hijo o hija que tienen para presentarte.
Al día siguiente fuimos a ver una exposición de Batik de artistas de la zona. Subimos una escalera hasta un primer piso y yo llevaba una pequeña flor en la oreja que llamó la atención al Guru del batik que esparaba en la entrada. Estrechamos nuestras manos y nos presentamos y ahi comenzó todo el galanterio de Adi. Su Mirada profunda recorrió todo mi cuerpo mientras le decía a Claudio que cuando ya no me quisiera más él me agarraba para hacerme suya. En ningún momento tuve intención de aclarar la situación y Claudito se reía. Nos ofreció té caliente a pesar del calor insoportable del medio dia y entre alago y alago nos mostró gran parte de las obras. Estuvimos a punto de comprar dos creyendo que el precio que nos ofrecia era en rupias. Fue una decepción saber que eran dolares. Nos fuimos a tomar el auto que nos llevaría a Borobudur. En este viaje conocí a Paloma la española que vive en Indonesia hace más de 25 años, fuimos con mi mi amigo Gofar y un amigo de él hasta la playa más cercana en moto y a la vuelta paramos a comer en el warung más lindo de Jogya. Es lo bueno de tener amigos locales y te saquen a pasear para descubrir esos riconcitos únicos de la ciudad.
Sin embargo, este post es para hablar de nuestro viaje de retorno. La idea original era volver en avión y estar en casita alrededor de las 8 pm y eso nunca sucedió. Al llegar al aeropuerto nuestro vuelo estaba cancelado y muy amablemente un pibe de unos veintipico de años se dirigió hacia mi y pronunció las siguientes palabras:
-Miss Luciana?
-Yes.
Your flight was cancelled.
-What???
Aquí comenzó el circuito entre la ventanilla de la empresa aérea y la oficina principal donde reclamé hablar directamente con el supervisor o cualquier persona que se comunique en inglés. Voy a resumir que tuvimos que volver en un autobus por un poco menos de 4 usd. La empresa nos devolvió el dinero del ticket aéreo y nos remuneró con algo más que 10 usd.
El viaje que debía durar 1 hora en avión se prolongo a 8-9 hs en autobus … yes !!! y sin baño y ninguna parada.
Nos acomadamos en una fila de 3 asientos de los cuales Claudio ocupó dos y medio. El bus se llenó y comenzó a dar vueltas alrededor de la estación (esta maniobra nunca la comprendi como otras tantas cosas que no logro entender durante mi estadia en Indonesia, así que no me preocupé demasiado).
Pensé - mi objetivo es llegar a Surabaya como sea y asi fue.
Una vez en la ruta fuimos parando por diferentes lugares donde subía más y más gente hasta el punto en que el pasillo de unos 50cm se colmó de gente parada, con bolsas, cajas y cajitas. La gente se acomodaba como podía y cuando lograban encontrar una posición y dormitarse por unos minutos, el bus hacia una nueva parada y todos se reacomodaban cada vez más apretujados. Habia un guarda en la puerta delantera abierta, medio cuerpo afuera gritando -Surabaya- ; el chofer fumaba con la ventanilla abierta mientras escuchaba una estridente música disco y un segundo guarda atravesaba el pasillo cada vez que subía un pasajero y debía cobrarle el boleto. Las tarifas variaban entre 15,000 y 30,000 rupias (1.5 – 3.0 usd).
 Pobre tipo era una odisea ir y venir esquivando gente, bultos, estirando las piernas para no pisar pies, apoyando a todos y todas diciendo “permisi”.
 Yo me sentí afortunada por tener un asiento y sufrir esta incomodidad solo una vez, una ida. Pensé en esa aglomeración de gente y su rutina dominguera tomando el bus que los llevaba de sus pueblos a la ciudad seguramente donde trabajan durante la semana. Los miré, observé cada detalle de sus ropas, su contextura y sus ojos. Había un chico jóven con una camperita bomber simil cuero muy fea y su mochilita negra. Otro con muchos tatuajes en los brazos. La mayoría en sandalias u ojotas. Son muy delgados, las manos huesudas con sus celulares. Tienen un olor entre transpiración y humedad. La mayoría eran hombres. Con jeans skinny y detalles de bordados y tachas. Es domingo y todos queremos llegar a Surabaya. Esa musiquita disco me quema la cabeza. Ya me acostumbré a tener al lado de mi cara el culo de otro pasajero, me apoyo, se me caen los parpados.





 LA PAREJA LATINA MAS FELIZ !!!



MI AMIGO GOFAR Y YO.

miércoles, 10 de octubre de 2012

The dark side of the Moon







11 de octubre, 2012.

El Agosto pasado tuve 6 dias de vacaciones por Ramadan, Idul Fitri es la celebración del último día de esta festividad que se prolonga por 1 mes.
Me fui de vacaciones a Lombok con mis dos compañeros de trabajo y un amigo de uno de ellos.
Lombok es una isla situada en frente de Bali que se caracteriza por su tranquilidad y playas no tan populares. 80% de la población es musulmana. Se puede surfear, practicar snorkel y nadar. Yo no hice ninguna de esas opciones. Mis dias trancurrieron en bici, caminando por la orilla de las playas, tomando sol tirada en la arena o las reposeras al mejor estilo lagarto. Mi proposito era estar bien bronceada en 6 dias, y lo logré!
El primer día de playa encontré a una mujer inglesa de unos 40 años, maestra de inglés en Korea junto a su marido. De origen turco, muy simpática, me contó un poco de la vida y el trabajo en este país asiático que no para de crecer y crecer. Luego encontré una pareja de argentinos que vivían en Italia y adoptaron a una pequeñita negra en Africa. Esa nenita fue la sensación de la tarde. Ella irradiaba felicidad e inocencia.
Encontramos un restaurant que estaba siempre vacio pero la comida era buena, el pollo a la Cordon Blue daba de que hablar.
A la nochecita refrescaba un poco y la brisa fresca fue sinónimo de spare time y de una cerveza. Son esas pequeñas cosas que hacen la diferencia con la rutina de Surabaya donde el calor te aplasta. Los bares/resto están ubicados en la playa donde hay reposeras y sombrillas de paja. Una noche me quedé observando como pescaban los hombres de la isla, llevando un farol y una red circular. Desde la orilla se ven lucecitas desperdigadas en el mar como si fueran luciernagas. Hacia el norte suena una música lejana y los fuegos artificiales apaciguan las luces de las estrellas y la luna. La arena es gruesa y blanca, cada grano de arena es como una semilla de amapola.
Un día decidimos pasar el día en la playa más cercana al pueblo y no crean que por esto es la más concurrida. Ya dije que Lombok es paz y soledad.
Una vez elegido el point para pasar el día tomamos unas reposeras y pedimos comida en un warun que estaba a unos metros. La comida tardó años como todo en Indonesia. Pasado el medio dia abrió el warun que teníamos al otro lado y la música empezó a sonar.
Entre siestas bajo el sol, lectura e idas y venidas al mar transcurrió la tarde con esa sensación que da la playa y solo podemos comprenderla los amantes del mar y la arena.
Próximo a la caída del sol, es decir cinco y media de la tarde, el ambiente se vio invadido de un clásico de clásicos. Progresivamente la melodia se mezclaba con los sonidos del mar y las aves. Los bajos y las voces de los coros tuvieron una connotación diferente en un paisaje de marea baja donde la planta de mis pies sintieron el sutil y continuo dolor que generan las piedras y conchillas que emergieron con la retirada del mar. El agua es cálida y de un moviemiento perezoso. Los rayos del sol producen chispeos sobre la orilla.

viernes, 28 de septiembre de 2012

SEPTIEMBRE


Septiembre, 2012.

Es el mes del año que puede caer bien o mal, a veces regular. Es la fecha de cumpleaños de mi mamá y siempre recuerdo su último cumple, el número 60. Ya pasaron 6 años y fueron los más intensos que tuve en mi vida. Muchas emociones juntas, de la depresión profunda a momentos de inmensa felicidad. De eso trata la vida, de altibajos. Eso mismo sucede aqui en Surabaya.
Los dias de la semana pasan rápido entre la cantidad de clases, los nuevos alumnos, los colegas nuevos que llegan, los que se van. Esta semana renunció Nonny, mi amiga indonesa y mi angelito guardián que me ayuda en todo. Hasta me advirtió de cosas no muy buenas. Llegó Archil de Rusia que le cuesta mucho adaptarse a la sociedad y se queja continuamente de todo. Claudio y Archil son como mis hermanos y compartimos muchas actividades. Sonia es mi amiga italiana y ahora también mi profe de italiano. Con ellos comparto salidas y comidas “western” como los quesos, jamón crudo y longaniza que trajo Sonia de su ultimo viaje a Italia. Son esos momentos simples los que ayudan que nuestra existencia sea más amena. No es fácil estar lejos de todos tus seres queridos y menos en una sociedad musulmana y aun peor ser mujer.
Es paradojico pensar que en Surabaya existe el segundo puterio mas grande de Asia y al mismo tiempo un fanatismo por las religiones.Y no solo los musulmanes, los católicos son fervientes devotos.
Pasó algo muy curioso en una de mis clases que dicto a mujeres adolescentes entre los 16 y 18 años. En una tarea sobre Psicologia del Color les pedí que expresaran con sus propias palabras y con imagenes el significado de cada color para ellas. Son 9 y todas concidieron en que el color negro es simbolo del diablo, el rock o heavy rock y por lo tanto tiene una connotación negativa. En cambio el blanco es simbolo de pureza y del sagrado matrimonio … si señores “holy marriage” sin olvidar la virgen y un sin fin de adjetivos relacionados con la castidad. Las mujeres indonesas desean fervientemente ser blancas y encontrar un marido. El mercado ofrece cantidad de productos blanqueadores, para ser mas explícita, la góndola de yerba que existe en cualquier  supermercado argentino aqui es reemplazada por los productos “whitening”. Lo más curioso fue encontrar en una revista de moda adolescente (como la teen Vogue) un concurso llamado “Miss Whitening”. La mentira que los productos para adelgazar. Cada sociedad tiene sus propias particularidades y cuando encontras esas diferencias es cuando sos conciente de donde estas parada y en consecuencia la pregunta que rebota como una pelotita “white”:
-Que estoy haciendo aca?
Acaso vine a ser casta, pura y blanca?!
Dejando el sarcasmo de lado, mi vida tambien se tiñe de contradicciones. Todos saben que no son muy devota a pesar de haber ido a una escuela con catecismo y tener hasta la confirmación !! (todas ideas de mi madre). Sin embargo el domingo pasado compartí junto a mis amigos y 20 monjas indonesas un hermoso almuerzo y haste canté feliz canciones religiosas en italiano y español. Estas hermanas pertenecen a una congregación relacionada con la Virgen de Guadalupe de México. Hace unos meses se cruzaron con Claudio el mexicano y lo invitaron a un almuerzo con comida casera. Sonia, Archil y yo lo acompañamos y no puedo explicar el placer que sentimos al probar tan exquisita comida sin picantes y con condimentos mexicanos y occidentales.
Nos mostraron su escuela, el hermoso jardín que tienen en la terraza donde cultivan flores, frutos y verduras y enseñan a los alumnos como germinar y cuidar de las plantas.
Esa tarde fue especial, al igual que otros momentos vividos en Surabaya. El ambiente se lleno de goce y serenidad. Me sentí como en casa en una casa de monjas.Hubo un momento que hasta me emocione e inevitablemente sentí la presencia de mi mamá. De la única persona devota en mi círculo familiar. Entonces sucede que las piezas encajan y siento paz. Me doy cuenta que las distancias y las ausencias son parte de este aprendizaje y sin ellas no seria la persona que soy.   




viernes, 6 de julio de 2012

QUE ES ATOM


7 de Julio, 2012.
A casi 6 meses de estar viviendo en Surabaya, hay momentos en que todo se detiene y me doy cuenta que estoy viviendo en Asia; rodeado de una cultura muy diferente a la mía; donde el verano se prolonga 12 meses; cruzo las calles extendiendo mi mano con omnipotencia y el tránsito me da el paso. La casi inexistencia de aceras y semáforos; el verde intenso y sus matices es una explosión visual que te abraza; la variedad de frutas tropicales; los puestos de comida en la calle a centavos de dolar.
Surabaya tiene muchos malls desperdigados por toda la ciudad. Hasta hoy la lista de los que visité: Plaza Delta, TP, Galaxy, Grand City, Supermall, PTC, ITC y mi favorito que no entrá en la clasificación occidental de “mall”, se llama Atom.
Pasar Atom (pasar significa Mercado) es un rejunte de dos edificios de 4 cuatro pisos cada uno, el antiguo y el más reciente, basicamente un mall para la gente local.
El primer día que lo visité me llevó Nonny, mi compañera y amiga del trabajo con la finalidad de comprar materiales para las clases de moldería y costura. La primera impresión fue la de estar en cualquier callecita del Once, podría decir en Perón entre Azcuenaga y Pasteur (mi antiguo y recordado barrio porteño). La mercería es un puesto ubicado sobre unos de los laterales del edificio, sin puertas ni paredes, atendido por 2 señoras de unos cincuenta y pico y una mujer más jóven. Al lado comienzan aparecer los puestos textiles con lo básico - gabardina; denim; camiseros- la mayoría tejidos planos, y por supuesto el orgullo local “BATIK”. En este tipo de tiendas la tela batik es estampada, y como diría mi amigo Ghofar:
-“eso no es Batik”-
Ya adentrados en el laberinto de pasillos podemos encontrar ropa para mujer, hombre y niños, puestos de modistos para ropa a medida; utensillos de cocina; productos de belleza y limpieza; blanco; cuasi ferreterias; mueblerías; confección de cortinados a medida; ópticas; varios puestos de snacks locales y mi favorite los puestos de bolsos y carteras imitación Gucci, Prada, Miu Miu, Chloe, Chanel, etc; etc; etc.
Cuanta felicidad siento al estar rodeado de esas carteras que me fascina sacar el molde y poder recrearlas.
Subiendo los pisos podemos encontrar locales de ropa de mejor calidad; vestidos para fiestas; de novia; sin olvidar la moda musulmana. Ya en el cuarto piso se encuentran los puestos de celulares; IPOD; toda esa tecnología que no me interesa mucho y sus respectivos estuches y todas las boludeces juntas que puede producir el hombre. En este mismo piso esta el Food Court donde en mi primera visita probe el Kwetan o algo parecido. Consiste en fideos con “pork” rojo furioso sabor dulzón y trocitos de pollo. Que delicia tan poco saludable como casi todas las comidas indonesas. Las culpables de mi aumento de peso gradual y preocupante.
Como se diferencia el edificio Antiguo del Nuevo?
La respuesta es el aire acondicionado. En el sector antiguo los pobres puesteros sufren el calor indonés, aún así están vestidos con mangas largas y pantalón. Yo camino entre los pasillos moviendo mi cabeza de izquierda a derecha; los ojos no me alcanzan para observar todo. Por esta razón es que Atom merece mi visita, podríamos decir, asidua. Ahora que lo pienso ya hace unas 2 o 3 semanas que no voy, y ate estoy extrañando!!
Uno de los hallazgos mas peculiares fue una tienda de moda coreana muy girlie y romántica colmada de percheros abarrotados de vestidos; faldas; saquitos Chanel; etc. Sector de stilettos en variedad de colores. Mucho tul; gasa; crepe; satén; lurex; paillete. Claro esta que las mujeres asiáticas aman el brillo y los dorados. Cuando digo “abarrotados” es literal, tanto que algunas perchas caen al piso.
Atom tiene esta particularidad de encontrar las necesidades básicas hasta los productos más sofisticados. La idea es saber combinarlos y crear un estilo propio.
Será que Atom me recuerda al Once y por eso me siento a gusto; caminar entre el caos y el bullicio en busca de esas pequeñas cosas que solo se encuentran en mercados como estos.